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Annaberg-Buchhloz: el secreto navideño de los Montes Metálicos

Adrián Rico I MY MAGAZINE

Los artesanos locales, con sonrisas amables y abrigos gruesos, comparten su pasión por la tradición, permitiendo que cada visitante se lleve un pedazo de la magia de los Montes Metálicos.

A lo largo del mercado, el aroma del vino caliente especiado (Glühwein) y las castañas asadas llena el aire, invitando a detenerse en cada puesto. La suavidad de las luces navideñas y el crujir de la nieve bajo los pies añaden una sensación de paz y calidez a este escenario invernal. Las familias pasean entre los puestos, disfrutando de los dulces tradicionales como el Stollen (pan de frutas y nueces) o las galletas de jengibre decoradas con glaseado. A medida que caen las primeras sombras, la atmósfera se vuelve aún más encantadora, con las fachadas de las casas de estilo medieval iluminadas por luces suaves que reflejan la esencia acogedora de la Navidad.

Cuando llego a Annaberg-Buchholz, un pequeño pueblo en el corazón de los Montes Metálicos, la Navidad está en su máximo esplendor. La brisa fresca y el aire invernal me invitan a recorrer sus calles empedradas, mientras las luces brillantes y las decoraciones tradicionales cubren cada rincón del pueblo, transformándolo en un auténtico cuento de Navidad.

El mercado de Navidad es el alma de este lugar. Los puestos de madera, adornados con guirnaldas de pino y luces de colores, ofrecen una increíble variedad de productos artesanales: desde figuras talladas en madera que evocan escenas navideñas, hasta delicadas cerámicas pintadas a mano.

Adrián Rico

Creador de SoyMitux, apasionado de lo desconocido y periodista.