En pocas ocasiones una plaga tiene su propia fiesta. Sin embargo, en la región vinícola del Penedés, en Cataluña, la Filoxera, una auténtica pesadilla para los viñedos, es celebrada con un evento único. Como en otras áreas vinícolas de España, la Filoxera fue una plaga devastadora, pero más allá de su historia trágica, en Sant Sadurní d’Anoia se conmemora anualmente uno de los momentos más oscuros de la localidad: el ataque de la Filoxera de 1887.

La Fiesta de la Filoxera, que se celebra cada año a principios de septiembre, revive la histórica lucha de los campesinos contra este insecto destructivo. Con música, color amarillo y fuego, la fiesta tiene como protagonistas a la propia Filoxera, los campesinos, la vid, los siete sabios de Grecia y las cepas de pie americano, en una representación cargada de simbolismo. La celebración comienza el 6 de septiembre, a las 11 de la noche, con los preparativos para el ataque de la Filoxera. Las luces se encienden en la plaza de la iglesia, el suelo se cubre de papel amarillo y una explosión de tracas y petardos llena el aire. La multitud, acompañada por la música de las grallas, sigue a la gran protagonista de la noche: La Filoxera.

¿Qué es la Filoxera?

La gran pregunta surge de inmediato: ¿quién es la Filoxera? Este insecto amarillo, con una trompa afilada como aguijón, se alimenta de la savia de las raíces de las cepas de vid, matándolas en poco tiempo. En la fiesta, la Filoxera se representa con una figura gigantesca de siete metros de largo, pintada de amarillo y capaz de lanzar fuego por la boca, las alas y la cola. Tres personas son necesarias para moverla, y, aunque su tamaño es imponente, la criatura se desplaza con sorprendente agilidad al ritmo de la música.

Los campesinos, que representan al pueblo de Sant Sadurní d’Anoia, participan activamente en el baile en la plaza de la iglesia, aguardando la llegada de la Filoxera. Cuando el insecto llega, trae consigo un rastro de fuego, con antenas y alas ardientes, y lanza su feroz ataque. Al compás de los tambores, comienza el baile, mientras las cepas, representadas por figuras de fuego rojo, son atacadas por la plaga. La plaza se llena de música, luces y explosiones.

Pero la lucha no termina ahí. La llegada de los Siete Sabios de Grecia, siete gigantes que ocupan posiciones estratégicas, marca el comienzo de la contraofensiva contra la plaga. Juntos, campesinos y sabios, enfrentan a la Filoxera con petardos, truenos y un espectáculo visual fascinante.

La batalla continúa con intensidad, hasta que, finalmente, las cepas de pie americano, representadas con fuego verde, celebran la victoria. La vid ha triunfado, ha vencido a la plaga. Con una lluvia de colores y una explosión de júbilo, el cielo se llena de luz, anunciando la llegada del Cava. El pueblo, unido, ha logrado erradicar la Filoxera, y la fiesta culmina con una celebración eufórica de su victoria, una victoria simbólica para todos los viñedos del Penedés.

Así, la Fiesta de la Filoxera no solo es un recordatorio de un pasado devastador, sino también una celebración de la resistencia y la supervivencia del viñedo, una tradición que une a la comunidad de Sant Sadurní d’Anoia en un estallido de música, fuego y color